... este artículo el tatuaje en Japón ha pasado por muchas épocas de no ser bien visto o estar asociado con criminales. Son los criminales o los miembros del crimen organizado (la famosa Yakuza) los impulsores de esta característica peculiar. Los criminales no estaban dispuestos a prescindir de sus tatuajes, que para ellos eran un motivo de orgullo y símbolo de pertenencia a una subcultura propia, así que la solución obvia era que a pesar de estar fuertemente tatuado un observador exterior no pudiese saberlo, para ello bastaba con dejar sin tatuar las zonas que la ropa dejase al descubierto.
Si imaginamos a una persona vestida con traje y camisa veremos que las únicas zonas de su piel pueden quedar expuestas están claramente definidas. El cuello y la cara (por encima del cuello de la camisa), las manos hasta un poco más arriba de la muñeca, los pies hasta un poco más arriba de los tobillos (por si por ejemplo nos sentamos y cruzamos las piernas) y la zona central del pecho, que podría verse a través del espacio de los botones de la camisa. Una persona puede tener completamente tatuado el resto de su cuerpo y vestido con normalidad nadie podría decirlo.
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